"¿Esto no será una jodita para Tinelli?", por un momento se le cruzó este pensamiento por la cabeza a Diego Leonardi (uno de los candidatos a ganar Gran Hermano Famosos) cuando en la noche del jueves reingresó la mayoría de los que habían sido expulsados de la casa y para colmo le informaron que el reality se extendía por 15 días más.
Fiel a su carácter intempestivo, el joven -que lleva el record de participar en dos ediciones consecutivas de Gran Hermano- estalló con furia ante lo que estaba viendo y casi termina con un escándalo al querer "volar" del reality.
Recién ayer a la tarde a Diego se le pasó el enojo de lo que él consideró una broma demasiado pesada, cuando Jorge Rial entró a la casa vía telefónica desde su programa Intrusos en el Espectáculo.
Leonardi apenas quiso hablar de la farsa y con pocas palabras describió su sentimiento: "Para mí ahora es como volver a empezar. ¡Pasé la noche como el o..! Me molestó la broma de Mariana y lo de algunos de los chicos lo sentí como una agresión".
Malestar en la casa
Fue como si el mundo se le viniera abajo. Leonardi sintió que lo estaban estafando en la noche del jueves -los compañeros que volvieron a entrar tenían como misión armar una gran farsa para recalentar el ambiente del reality- y la gota que rebalsó el vaso fueron las palabras de Mariana Otero, quien le contó que se trenzó con la esposa de Diego, Nancy, en el programa Intrusos...
"Quedate tranquilo que está todo bien. Después del programa fuimos a tomar un café, aclaramos las cosas, yo le había dicho que entre vos y Lissa (Vera) hubo... ¿vos me entendés?", Mariana lo tomó por sorpresa. El ambiente se tornó demasiado espeso porque Diego pegó el gran grito: "¡Yo me quiero ir de acá!".
La cara desencajada y de tensión que portaba Diego en la fatídica noche del jueves hizo pensar que la situación se iba a desbordar.
Rial debió cortar por la sano y se decidió no seguir con la farsa para calmar los ánimos de los finalistas: Diego, Fernanda Neil, Lissa Vera y Jacqueline Dutrá. Aunque los tres últimos no tomaron la broma tan a la tremenda como sí le ocurrió a Diego.
Una buena idea
Lejos de la locura de Diego, los tres restantes tomaron la entrada de sus compañeros como una buena idea para pasar el último fin de semana. Lissa dijo: "Estoy muy contenta que hayan entrado ellos porque la verdad esto se estaba tornando bastante pesado".
Jacqueline agregó: "Mi malestar de ayer (por el jueves) no fue por la presencia de ellos en la casa, fue por los dos meses que llevó aquí adentro y es una cosa que tengo que aprender a superar. Siempre salgo a defender a alguien cuando el problema no es mío y termino perjudicada yo".
En tanto, Fernanda Neil se confesó con Gran Hermano y allí separó los tantos: "A mí me cayó mal la broma, no que los chicos vuelvan a entrar". Hoy a la noche entran a la casa Luis Vadalá y Roña Castro para la última gran fiesta del reality que promete ser una de las más hot. El lunes sale uno de los cuatro finalistas y el miércoles será la noche de la gran consagración.
Fiel a su carácter intempestivo, el joven -que lleva el record de participar en dos ediciones consecutivas de Gran Hermano- estalló con furia ante lo que estaba viendo y casi termina con un escándalo al querer "volar" del reality.
Recién ayer a la tarde a Diego se le pasó el enojo de lo que él consideró una broma demasiado pesada, cuando Jorge Rial entró a la casa vía telefónica desde su programa Intrusos en el Espectáculo.
Leonardi apenas quiso hablar de la farsa y con pocas palabras describió su sentimiento: "Para mí ahora es como volver a empezar. ¡Pasé la noche como el o..! Me molestó la broma de Mariana y lo de algunos de los chicos lo sentí como una agresión".
Malestar en la casa
Fue como si el mundo se le viniera abajo. Leonardi sintió que lo estaban estafando en la noche del jueves -los compañeros que volvieron a entrar tenían como misión armar una gran farsa para recalentar el ambiente del reality- y la gota que rebalsó el vaso fueron las palabras de Mariana Otero, quien le contó que se trenzó con la esposa de Diego, Nancy, en el programa Intrusos...
"Quedate tranquilo que está todo bien. Después del programa fuimos a tomar un café, aclaramos las cosas, yo le había dicho que entre vos y Lissa (Vera) hubo... ¿vos me entendés?", Mariana lo tomó por sorpresa. El ambiente se tornó demasiado espeso porque Diego pegó el gran grito: "¡Yo me quiero ir de acá!".
La cara desencajada y de tensión que portaba Diego en la fatídica noche del jueves hizo pensar que la situación se iba a desbordar.
Rial debió cortar por la sano y se decidió no seguir con la farsa para calmar los ánimos de los finalistas: Diego, Fernanda Neil, Lissa Vera y Jacqueline Dutrá. Aunque los tres últimos no tomaron la broma tan a la tremenda como sí le ocurrió a Diego.
Una buena idea
Lejos de la locura de Diego, los tres restantes tomaron la entrada de sus compañeros como una buena idea para pasar el último fin de semana. Lissa dijo: "Estoy muy contenta que hayan entrado ellos porque la verdad esto se estaba tornando bastante pesado".
Jacqueline agregó: "Mi malestar de ayer (por el jueves) no fue por la presencia de ellos en la casa, fue por los dos meses que llevó aquí adentro y es una cosa que tengo que aprender a superar. Siempre salgo a defender a alguien cuando el problema no es mío y termino perjudicada yo".
En tanto, Fernanda Neil se confesó con Gran Hermano y allí separó los tantos: "A mí me cayó mal la broma, no que los chicos vuelvan a entrar". Hoy a la noche entran a la casa Luis Vadalá y Roña Castro para la última gran fiesta del reality que promete ser una de las más hot. El lunes sale uno de los cuatro finalistas y el miércoles será la noche de la gran consagración.
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